TIENE PUNTALES...






Así comienza una conocida sevillana, que durante las fiestas, muchos soleanos suelen entonar con alegría, júbilo y gozo. Pero quien iba a decir, que la sevillana iba a tener su parte de razón cuando se cantaba…
Lluviosa, gris y fría, amaneció Albaida aquel 6 DE SEPTIEMBRE DE 2008. Nunca se había recordado en la historia de la romería , que el tiempo NO ACOMPAÑARA desde el principio el CAMINAR de los soleanos hacia el Loreto. Pero puntualmente, la carreta del simpecado cubierta con plásticos se colocó a las puertas del Oratorio de la Hermandad a las siete y media de la mañana para iniciar la PEREGRINAR HACIA EL LORETO. ¿ Quién dice que los soleanos se iban a quedar en Albaida un 6 de Septiembre? Habría que estar locos…
Fuimos pasando por los distintos pueblos, donde sus vecinos
se asomaban sorprendidos como en una aciaga mañana pasaba la romería de los soleanos de Albaida con el mismo FERVOR Y JÚBILO de siempre. Los cantes no paraban detrás del simpecado donde decenas de soleanos se atrevían a desafiar el mal tiempo con un cante debajo de un paraguas.
El temporal de lluvia nos acompaño hasta bien entrado el mediodía. Pero cada vez que iban pasando las horas, nos íbamos dando cuenta de que estábamos VENCIENDO AL MAL TIEMPO y que contra las adversidades, los soleanos éramos capaces de llegar a las plantas de Nuestra Señora de Loreto sin que la lluvia nos lo impidiese.
Momentos emocionantes en la MISA DE ROMEROS cuando en la monición de entrada ya se hacía alusión a los verdaderos puntales de esta Hermandad: la fe, el amor y la CONVIVENCIA de sus hermanos.
Cuando ya el temporal amainó, con los primeros rayos de sol el ánimo comenzó a sentirse y el cante y baile de los soleanos, le ganó la batalla al mal tiempo y a partir de ahí, lo conocido: una ROMERÍA BRILLANTE, quizás no con el lucimiento que nos tiene acostumbrados pero si con un nivel de convivencia y sentimientos mayor al de otros años, y con diferencia.
Y decía al principio que la sevillana popularmente conocida tenia su parte razón…
A la hermandad de la Soledad “ no la derribó el viento ni temporales”, si no que se hizo mas fuerte y estrechó lazos de UNIÓN con todos sus hermanos. Momentos agradables y emocionantes se podían vivir en los tractores, donde la alegría de estar todos juntos hacía mas fácil y llevadera la situación, de no poder estar disfrutando de un tiempo meteorológicamente deseado.
“ Que todos sus hermanos fueron los cimientos”, ya que sin la ayuda y la COLABORACIÓN de todos ellos no hubiésemos podido sobrellevar una situación distinta a la de otros años.
Sobre todo al llegar a Albaida le dimos las gracias a la que verdaderamente quiso que viviéramos un Loreto emocionante: a nuestra madre MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES EN SU SOLEDAD.
Cuando llegamos a sus plantas pudimos decir que con esta romería, verdaderamente habíamos cerrado el broche y que un año más los soleanos se fundieron en abrazos y pudieron ver cumplido el sueño de haber realizado OTRO AÑO MÁS DE CAMINO.