Hasta el año pasado, el 7 de Septiembre se había instaurado como el día del descanso tras una Romería de ilusiones. El día de la víspera se estaba limitando solo al rezo del Santo Rosario ante nuestra Imagen, la Santísima Virgen de los Dolores en su Soledad. La junta de gobierno se propuso, empezando el verano del pasado año, dar un engrandecimiento a este día de la víspera, para que quedara marcado con letras de oro en la memoria de los soleanos.
No sin muchas controversias, se le fue dando forma a como y de qué manera se realizaría el acto, quedando expuesto a todos los hermanos en el Cabildo General del uno de Septiembre, los cuales apoyaron la decisión de que nuestra Santísima Virgen, no se merecía menos para las Vísperas de su gran día.
Los cohetes, comenzaron a surcar el aire a las 8 de la tarde de ese siete de Septiembre, y los soleanos desde distintas partes de pueblo, iban paseando su alegría ataviados con sus trajes de flamenco y flamenca, dirigiéndose hacia el terreno de la Hermandad. Más de un centenar de personas aguardaban con sus ramos de nardos. Nardos que la virgen iba a lucir en su procesión gloriosa del día 8. Tras un Alegre pasacalles por la calles del pueblo, la banda Municipal de Albaida del Aljarafe, recogió a los cientos de personas que allí se encontraban y se dirigieron hacia el Oratorio, donde se encontraba la Imagen de la Virgen en el centro para recibir la Ofrenda de sus Hermanos. No cabía ni un alfiler dentro del Oratorio donde el coro flamenco de la hermandad, se encargaba de interpretar sevillanas. A continuación tuvo lugar el Rosario de Vísperas, cantando los misterios el coro de la Hermandad, y concluyendo con el canto de la Salve.
El ambiente soleano era estupendo. Todo el mundo coincidía en el acierto de engrandecer las vísperas de esa manera. Sobre las diez y media de la noche, la Banda Municipal de Albaida de Albaida se encargó en el terreno de la hermandad, de realizar el “I Concierto de Vísperas” concluyendo así un día importante para la Hermandad.
La celebración de estos actos, no hacen más que engrandecer a nuestra Hermandad, que una vez más pudo demostrar el amor hacia su madre, ya que cada nardo que al día siguiente procesionó en el paso, llevaba el sentimiento que cada soleano , con toda su fe le entregó a la Santísima Virgen de los Dolores en su Soledad con lo que se resumió la devoción que desde siglos se le tiene en este pueblo a nuestra querida titular.
D. José Ramón Rodríguez García