25 años dentro de nuestro calendario, es un cuarto de siglo que en la memoria histórica de una Hermandad es solamente una breve pincelada. 25 años de nuestra Casa, la Casa de nuestros Titulares, son un punto de inflexión en esta corporación, que en las últimas décadas ha incrementado su valor devocional y patrimonial.
Son horas, minutos, segundos y días los que han pasado entre las paredes del Oratorio y nuestra Casa-Hermandad.
Acontecimientos para la historia, exposiciones magistrales, Sede Parroquial, Altares efímeros, lágrimas derramadas, Salves entonadas, decisiones duras, aplausos atronadores, marco inconfundible de grandes estrenos, despedida de muchos soleanos, compromiso de hermanos y el lugar donde se inicia el camino de la savia nueva cada Sábado de Pasión.
25 años del sueño que iniciaron muchos soleanos y que el 1 de noviembre con lágrimas en los ojos los volveremos a recordar.
Acércate soleano, besa sus pies y sus manos y siente en ellos la fuerza que un día dieron a aquellos hermanos que levantaron la Casa de Dios con sus manos y con su corazón.
Sirvan estas líneas de agradecimiento a todas aquellas personas, que desde antes de 1989, aportan su trabajo incansable dentro de estas cuatro paredes que encierran el fuerte AMOR por sus Sagrados Titulares. Que el Santísimo Cristo de los Afligidos y María Santísima de los Dolores en su Soledad tengan en su gloria a aquellos que hoy no nos acompañan, y a los que aún se rinden a sus plantas, les de la fuerza necesaria para seguir a su lado.
