BOLETÍN CUARESMA 2017 - EDITORIAL

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

Durante este tiempo especial de purificación, contamos con una serie de medios concretos que la Iglesia nos propone y que nos ayudan a vivir la dinámica cuaresmal. Ante todo, la vida de oración, condición indispensable para el encuentro con Dios. Así mismo también debemos intensificar la escucha y la meditación ante la Palabra de Dios, a la asistencia frecuente al Sacramento de la Reconciliación y la Eucaristía junto con la práctica del ayuno.

El Papa Francisco dedicó una de sus catequesis de Miércoles de Ceniza a explicar la Cuaresma, la definió como un tiempo de conversión, pidiendo a los católicos que vivan mejor su bautismo en Cristo, y que "no aceptaran pasivamente" un mundo que no presta atención a Dios, en el que los padres no aceptan a rezar a sus hijos... "Yo os pregunto: vuestros niños ¿Saben hacer la señal de la Cruz? Pensad, vuestros nietos ¿Saben hacer la señal de la Cruz? ¿les habeis enseñado a hacerlo? Pensadlo y responded en vuestro corazón".

Otra de las prácticas principales que propone la Iglesia para la Cuaresma es la Caridad, ocupando un lugar muy especial. Debemos vivirla con aquel que tengamos más cerca, y así construiremos Iglesia en el otro, "el bien más precioso y efectivo: el de la coherencia con la vocación cristiana" (Juan Pablo II).

Así pues, tratemos en estos intensos días de Cuaresma, comprender lo que queremos vivir, démonos tiempo a recordar, a prepararnos, a escucharnos a nosotros mismos y sobre todo... a los demás.